Sin extremidades y con forma de tubo alargado, se cree que las serpientes descienden de los lagartos, y que en un devenir de la evolución, perdieron las patas. Existen más de 3000 especies de serpientes repartidas por todos los continentes excepto en la Antártida.
Tienen una lengua bífida -partida en dos- y funciona como un radar de olor. No tiene receptor de aromas, pero cuando estos animales la sacan al exterior recogen información que llevan hasta el paladar, para después enviarle el mensaje al cerebro a través del órgano de Jacobson.
El órgano de Jacobson, es un órgano «extra» del sentido del olfato que tienen algunos vertebrados. Se encuentra en el hueso vómer, entre la nariz y la boca y funciona detectando compuestos químicos.
Cada especie posee sus propios métodos de ataque. Una de cada diez especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno, es una saliva modificada que se inyecta gracias a los colmillos. Otras, utilizan la «constricción» -un método de estrangulamiento-, enroscando su cuerpo alrededor de la víctima y asfixiándola hasta la muerte.
Todas las serpientes son carnívoras, y se alimentan de una gran variedad de presas que incluyen aves, anfibios, mamíferos, peces o invertebrados e incluso reptiles. Su agudo sentido del olfato les lleva a conseguir a sus presas fácilmente.
Con sus largas y flexibles mandíbulas pueden engullir presas mucho mas grandes que su cabeza. Y como sus dientes no son aptos para masticar, se las tragan enteras.
La cobra escupidora puede lanzar veneno de sus colmillos como mecanismo de defensa y la serpiente taipán de la costa está considerada una de las más devastadores del mundo.
En su estrecho cuerpo, los órganos dobles, como los riñones no están colocados uno al lado del otro, sino que se distribuye a continuación. Además, gran parte de las serpientes cuentan con un único pulmón.
La serpiente voladora del paraíso que vive en los bosques del sureste asiático, es una gran escaladora que tiene la habilidad de planear de árbol a árbol aplanando el cuerpo y lanzándose al vacío.